Caza de Tahr en Nueva Zelanda
Caza de Tahr en Nueva Zelanda
Aquí fuera reina un silencio absoluto; sólo oigo la estufa portátil calentando agua para el café. Mientras tanto, intento atar mis botas bajo la luz roja de mi linterna frontal. Ha sido una noche fría; los cordones están completamente helados. El café nos levanta el ánimo mientras cargamos las mochilas para iniciar la marcha.
Han sido días duros de caza y parece que no nos acercamos. Las expediciones invernales con mochila en la costa oeste de los Alpes neozelandeses no son una caza fácil, especialmente en terrenos públicos. Me alegro de que mi amigo Joe Eddlington (JE Wilds) esté aquí conmigo, en este tipo de viajes realmente necesitas personas con ideas afines.
A medida que el sol se eleva sobre el horizonte, ilumina lentamente todo el valle, mostrando algunas de las montañas más impresionantes que se pueden cazar. Un país duro y salvaje al que llaman hogar el tahr del Himalaya y el rebeco alpino, un par de especies de montaña que se introdujeron en el sur de la isla a principios del siglo XX, y que han proliferado en este entorno.
Su introducción ha tenido tanto éxito que no hay límites, ni temporadas, ni marcas. El gobierno las considera una especie invasora que destruye las plantas autóctonas, e incluso las sacrifica y envenena con helicópteros de vez en cuando. Mientras observo con mi catalejo a un grupo de Tahr que asoma por el horizonte, no puedo dejar de pensar en cómo alguien querría deshacerse de una criatura tan asombrosa, que ofrece algunas de las mejores oportunidades de caza pública del mundo.
Estamos a principios de junio, es el comienzo del invierno en el hemisferio sur. Un calendario de temporada apretado me ha traído aquí en un momento no óptimo del año, ya que el celo del rebeco y del Tahr acaba de llegar a su fin, ralentizando mucho la actividad animal. Estamos luchando por localizar un macho en condiciones, a pesar de la cantidad de terreno que podemos ver, aunque una gran parte ni siquiera es accesible sin equipo de escalada.
Estábamos discutiendo si merece la pena acercarse al grupo lejano cuando Joe me dice de repente que no me mueva. No pude resistirme y giré lentamente la cabeza para mirar por encima del hombro, no podía creer lo que veían mis ojos. En la línea del horizonte, a poco más de cien metros, un macho estaba de pie mirando hacia el valle. Le volaba toda la crin y, aunque no podía moverme para juzgarlo bien con los prismáticos, la forma de su cuerpo y su capa eran claramente de un toro maduro. No había duda de que éste era el tipo de toro que habíamos venido a buscar.
Aún no nos habían visto, así que esperamos a que el animal mirara hacia otro lado para prepararnos rápidamente. El rifle Premier Elevate en 6.5 PRC y mi posición se sienten sólidos, e incluso si la distancia es corta, me tomo mi tiempo para asegurar el tiro. Tenemos un ángulo muy inclinado cuesta arriba, además de un animal con mucho pelo para un cuerpo relativamente pequeño, no puedo precipitarme. El disparo tiene que ser perfecto, para asegurarnos de que podemos recuperarlo, el terreno es tan escarpado que si cae en el lugar equivocado, lo perderemos para siempre.
Aprieto el gatillo y veo el impacto detrás del hombro a través de mi visor, el macho corre unos metros y cae. Después de todo el trabajo que habíamos hecho no podíamos creer que lo habíamos conseguido con el macho de nuestra vida. Dientes desgastados, puntas de los cuernos rotas y 14 años de edad es todo lo viejo y desgarbado que se puede esperar de un animal salvaje que vive en estas montañas. Probablemente era su último invierno.
A medida que el sol se pone por encima de las nubes detrás de nosotros, sólo puedo pensar en lo afortunados que somos como cazadores de vivir experiencias como esta, que la mayoría de la gente ni siquiera sabe que existen. Estoy muy agradecido a Joe por enseñarme lo que se siente cazando en Nueva Zelanda.
Equipo Utilizado
Estuve utilizando un prototipo del rifle BERGARA ELEVATE, en 6,5 PRC y equipado con un Leupold VX6-HD 3-18×50. Me gustó mucho la plataforma, realmente ajustable y funcional ofrecía una gran posición de tiro en terrenos y ángulos muy complicados. La posibilidad de montarlo rápidamente en un trípode con la montura arca hizo posible algunos disparos imposibles. Todo esto en un peso total razonable que hizo un conjunto excepcional de rifle de montaña. El Hornady Precision hunter ELD-X funcionó muy bien tanto en precisión como en daño al animal. Tenía un adaptador de bípode de carbono Spartan colocado que era realmente conveniente.
PEDRO AMPUERO