Anécdota de una Espera sobre un astuto Jabalí
Anécdota de una Espera sobre un astuto Jabalí
Por Haul Hunters. Miguel y Yarey.
Bienvenidos al quinto episodio de la Serie de Esperas de Jabalí. En este post os contaremos una anécdota sobre un astuto jabalí al que nos costó mucho abatir.
Hace unos años teníamos un coto bastante bueno de cochinos en el que hacíamos alguna que otra espera en la época veraniega. Como cualquier otro año, acercándose la época de los aguardos, comenzamos a preparar los puestos y los comederos para probar suerte con estos esquivos animales. Teníamos autorizado el aporte de alimento para poder tener más localizados a los cochinos, así que pusimos un par de comederos con sus respectivas cámaras de fototrampeo, de tal forma que pudiéramos visualizar a los comensales que pasarían por allí.
Un día, cuando fuimos a rellenarlos y a recoger las cámaras para visualizar las imágenes, vimos que un guarro de buen porte entraba a uno de los comederos. Se trataba de un jabalí muy puntual, entraba todos los días sin falta y a la misma hora, por lo que tras estudiarlo, decidimos hacerle una espera al susodicho.
El jabalí captado por la cámara de fototrampeo. @Haulhunters
Llegado el viernes de la semana siguiente pusimos rumbo de nuevo al coto. Decididos, fuimos a por todas. Las condiciones climatológicas eran perfectas, una noche tranquila y sin aire, perfecta para que pudiéramos hacernos con el jabalí. En las cámaras veíamos que siempre entraba a las 22h de la noche, por lo que a las 21h ya estábamos allí colocados y preparados en nuestro puesto. Cuando llegó la hora de la cena, el dispensador saltó y allí no apareció nadie, ni rastro del jabalí. Nos extrañó mucho ya que era un animal que entraba todos los días y a la misma hora, y además no escuchamos nada a nuestro alrededor, todo muy extraño. Pensamos que nos habría cogido el aire, o que justo entraba al comedero por el mismo sitio que nosotros, así que decidimos cambiar de estrategia.
El sábado por la noche volvimos de nuevo a nuestro puesto. Misma hora y una noche muy parecida a la anterior, pero esta vez entramos por un lugar diferente al de la noche previa. Aguantamos allí hasta la 1 de la madrugada pero ni rastro, al igual que pasó el día anterior, el cochino no se presentó.
Por la cabeza se nos pasaron multitud de posibilidades, desde que el jabalí podría haber cambiado de zona y que lo hubieran abatido en otro coto, hasta que nosotros mismos lo hubiéramos espantado del comedero al cogernos el olor.
Tal y como hicimos días atrás, el viernes volvimos de nuevo al coto a revisar las cámaras buscando ver al jabalí o por si acaso entrara otro que hubiera echado a ese. Y allí estaba, tan puntual como siempre, menos los dos días que habíamos estado nosotros allí, todos los demás había estado entrando otra vez a la misma hora, por lo que decidimos volver esa noche a probar suerte.
Yarey junto al jabalí abatido @haulhunters
Tras pensarlo mucho, decidimos cambiar la estrategia, de este modo entramos descalzos al puesto y esta vez con mucha más antelación que el fin de semana anterior. Pero la noche no cambió y fue calcada a la que vivimos días atrás: sin rastro del jabalí por ninguna parte.
Pasaban los días y la cosa no cambiaba. Siempre ocurría lo mismo, el jabalí como de costumbre entraba todos los días al comedero y a la misma hora, pero las noches que nosotros íbamos ni aparecía.
Probamos de todo, cambiamos nuestra ubicación respecto al comedero, le esperamos en una baña que tenía a unos 50 metros del comedero en la que se refrescaba, metíamos nuestra ropa en una bolsa junto con vegetación del lugar, intentábamos cortarle el paso fuera del comedero para cuando entrara, le pedimos a un amigo que nos llevara y se fuera después,… pero nada, tras noches y noches de espera nada surtía efecto.
Tras hablarlo con cazadores más veteranos y comentarles la situación, nos dijeron que probáramos a dejar el coche muy lejos, y llegáramos andando al puesto, de forma que si el jabalí dormía cerca de este no escuchara el coche llegar.
Trofeo del jabalí. @HaulHunters
Lo preparamos todo y nos dispusimos a ello. Dejamos el coche muy apartado del comedero, y a las 21h estábamos en el puesto como otras muchas noches. Cuando llegaron las 22h, el dispensador saltó y en cuanto dejó de echar comida, el monte crujió y allí se presentó el jabalí: tranquilo, confiado… nos parecía mentira después de tantas y tantas noches allí sin lograr siquiera verlo. Le dejamos unos minutos para que comiera tranquilo, y en cuanto se cruzó y nos dio un buen ángulo de tiro, jugamos uno de los lances con mejor sabor de boca que hemos vivido nunca.
Tras el lance nos quedamos un rato quietos asimilando y pensando en lo que nos había costado abatir a aquel animal, sólo podíamos estar agradecidos por haber luchado tan bien y por habérnoslo puesto tan difícil, símbolo evidente de que estos animales son verdaderamente astutos.
En el siguiente artículo realizaremos una pequeña entrevista a un cazador con muchas esperas a sus espaldas el cual seguro que nos cuenta cosas muy interesantes sobre esta preciosa modalidad.
Sobre los Autores.
Haul Hunters es la marca de Yarey y Miguel, dos jóvenes cazadores y amantes de la naturaleza que colaboran con Bergara España. Ambos descienden de familias cazadoras y a pesar de su juventud llevan la caza en la sangre y la conocen como se conoce un cazador su coto. Su marca Haul Hunters está cosechando un gran reconocimiento en las redes sociales enganchando no sólo a los cazadores más jóvenes, sino también a usuarios que ven reflejados en ellos la pasión de la caza y la fuerza de la juventud..tan necesaria para la continuidad de la actividad cinegética en nuestro país. Podéis seguirlos y contactarlos en Facebook o Instagram bajo el nombre de @haulhunters